Las estadísticas distorsionadas hacen mucho daño a las personas inmigrantes

Las estadísticas distorsionadas hacen mucho daño a las personas inmigrantes. Uno de los datos que suele ser manipulado en medios digitales y redes sociales es la relación entre los delitos sexuales y las personas migrantes.

En #RedAlRescate queremos desentrañar los mitos creados por algunos medios. Periódicos digitales que han distorsionado unas estadísticas sobre delitos sexuales en 2022 publicadas recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una lectura interesada que usan para hacer creer que la mayoría de los delitos sexuales son cometidos por personas migrantes en España.

Las estadísticas del INE son valiosas herramientas para comprender aspectos de nuestra sociedad. Sin embargo, estas cifras pueden ser tergiversadas. Medios como “El Mediterráneo Digital” ha tomado datos específicos del INE y ha extrapolado conclusiones erróneas sobre migración y delincuencia sexual. Lanzan así mensajes falsos y muy peligrosos para nuestra convivencia.

La manipulación de estadísticas puede hacerse de varias formas. Este periódico digital presenta la siguiente información.  De ella, destacamos su párrafo final. Dice así: “la mayor parte de los condenados en 2022 tenía nacionalidad española (74,6%). No obstante, atendiendo a la tasa por cada 1.000 habitantes de 18 y más años, la de los de nacionalidad extranjera (17,1) fue superior en 2,6 veces a la de los de nacionalidad española (6,6)”. Y el titular, “Los delitos sexuales se disparan: los inmigrantes doblan ya las violaciones de españoles”. Una incitación al odio, al miedo y al rechazo hacia el migrante en toda regla.

Desmontando mitos

Contrariamente a lo promovido en ciertos medios y redes sociales, estudios e investigaciones han demostrado que no hay una conexión directa entre migración y delincuencia sexual. Las personas migrantes no son inherentemente más propensas a cometer delitos sexuales que cualquier otra persona en la sociedad.

Por fortuna, otros medios, como la radio televisión pública -RTVE-, analiza las estadísticas de una forma adecuada en esta información. Dentro de la misma, es especialmente interesante el testimonio que encontramos de Elisa García Madrid, catedrática de Derecho Penal y Criminología de la Universidad de Málaga.

García Madrid advierte de que no se pueden usar los datos de las tasas sin más para concluir que los inmigrantes delinquen más porque no son tasas comparables. En primer lugar, señala que “no es lo mismo extranjero que inmigrante” ya que la persona condenada no tiene por qué ser una persona de otro país que resida en España. Entre los condenados extranjeros puede haber personas detenidas en aeropuertos o en tránsito, por ejemplo. Sin embargo, la tasa se calcula sobre la población asentada en el país.

En segundo lugar, en España se registró “un crecimiento exponencial de la inmigración”, pero que las “cifras generales de delincuencia bajan constantemente”. “Si hubiese relación entre ese aumento de población inmigrante y delincuencia, la delincuencia tendría que subir sí o sí”, señala García Madrid, que añade que hay investigaciones que apuntan a que “los inmigrantes tienen mucha resistencia a la delincuencia”.

En un mundo donde la información está al alcance de todos, los medios de comunicación tienen la responsabilidad de presentar hechos precisos. Del mismo modo, la ciudadanía tiene la responsabilidad de ser crítica con la información que consume y cuestionar las narrativas que parecen sesgadas o manipuladas.

Más que dudosa reputación

En este sentido, el equipo de trabajo de #RedAlRescate ha realizado una auditoría SEO simple al medio “El Mediterráneo Digital” por su tendencia habitual a publicar informaciones falsas y/o sesgadas sobre la población migrante de nuestro país. Nos llama la atención que mucha de la publicidad de este diario tenga que ver con contenidos eróticos y que las palabras clave de búsqueda estén relacionadas con alto contenido sexual también. ¿Cuál es el cometido de un medio con estas características?

La #RedAlRescate es un proyecto de sensibilización para la prevención de la xenofobia y promoción de la convivencia intercultural a través de redes sociales, financiado por la Dirección General de Atención Humanitaria e Inclusión Social de la Inmigración y cofinanciado por la UE.